Historia del bikini (de comer!)

Ya estoy otra vez con vosotras... después de casi CUATRO largos días sin poder conectarme !
Siento mucho no haber podido visitaros y en especial siento no haber podido acercarme a las casitas de las que participásteis en los Jueves Faunáticos. Hoy he visto que seis amigas os unisteis y me voy YA para vuestras casas a ver vuestas historias sobre el OSO. Gacias a todas !

Una vez aclarado el tema.... vamos a la entrada de hoy, que está para chuparse los dedos.


He leído en la prensa que el bikini "llega a su centenario" y que, "como los niños, viene de París". Pero no hablamos del traje de baño de dos piezas que todo el mundo se imagina, no, hablamos del bocadillo caliente de jamón y queso.

Os explico:

La discoteca Sala Bikini abrió sus puertas en 1953 en la Avenida Diagonal de Barcelona -sobre lo que antes habían sido los terrenos agrícolas de la masía Cusó- como sala de fiestas, bolera y minigolf. Entre las muchas novedades que la sala trajo a Barcelona fue un bocadillo muy popular en Francia llamado Croque Monsieur y que era un bocadillo caliente de jamón york y queso. En plena época franquista, algunas palabras extranjeras estaban totalmente prohibidas, lo que llevó a la gente que gestionaba el Bikini lo llamara "bocadillo de la casa".

Afortunadamente, la fama del bocadillo "de la casa" del Bikini trapasó nuestras fronteras locales y la gente comenzó a pedirlo fuera. Y lo que se comenzó pidiendo como "el bocadillo que hacen en el Bikini"
fue evolucinando hasta llegar al "hazme un Bikini".

Es un nombre que básicamente se le da en Cataluña, puesto que en el resto de España tienes que pedirlo como un mixto caliente. En Portugal es conocido como la francesinha, en Buenos Aires se le llama tostado y en el resto de Argentina, Carlitos. En Uruguay se le conoce como sandwich caliente tal cual, y el croque monsieur es en Francia uno de los dos millones de sandwiches consumidos anualmente.

FUENTES: La Vanguardia, La coctelera